Mobbing Las 100 Claves del Mobbing - Editorial EOS Psicología (2017).

Cómo actuar ante un caso de Acoso psicológico en el trabajo o Mobbing

Mobbing, estrategias recomendadas por el Dr Iñaki Piñuel en el libro: Detectar y salir del acoso psicológico en el trabajo. Las 100 Claves – Editorial EOS Psicología (2017).

Porqué ocurre el mobbing

Las víctimas de mobbing o acoso laboral sufren de un perverso y sistemático recurso al mecanismo del chivo expiatorio en sus trabajos. En ellos, conviene siempre sacrificar a alguien, normalmente el más vulnerable, al hostigamiento de la mayoría, en beneficio del mantenimiento del statu quo y del dominio de otros que se benefician de que la víctima desaparezca del entorno laboral o su imagen quede dañada.

El acoso psicológico en el trabajo no es más que la punta del iceberg de una modificación vertiginosa y negativa en las condiciones de trabajo y que se materializa en la destrucción de millones de trabajadores en todo el mundo.
También es la confirmación de los peores pronósticos que apuntan a una creciente pérdida de valores humanos en la sociedad y más en concreto, en las organizaciones y empresas.

El respeto a la dignidad del ser humano, la solidaridad, la equidad y la justicia son valores en decadencia en un ámbito laboral, cada vez más parecido a una selva, en el que la economía se ha convertido en la nueva religión y la “mano invisible” del mercado laboral la única “ley del oeste”.
Con la crisis se acentúa el viejo terror laboral que supone para cualquier trabajador asomarse al abismo del paro, explica un creciente conformismo, su sumisión, su resignación y la trivialización del maltrato psicológico en el trabajo.

Los trabajadores como forma de supervivencia emocional establecen entre ellos un “pacto de mutua indiferencia” que termina con las posibilidades de concertar la defensa de su derecho a la dignidad y a la salud laboral.
Los trabajadores que presencian casos de mobbing en su entorno suelen desarrollar una especie de “síndrome de no va conmigo”, mirando a otro lado y justificándose a sí mismos diciéndose aquello de que “algo habrá hecho” la víctima para merecerlo.

Para muchos directivos y mandos, la tecnología perversa del mobbing se aplica de modo continuado como una perversa estrategia de contención, instaurando así un reinado del terror, en el que nadie se atreve a moverse si sabe lo que le conviene.

El señalamiento arbitrario y periódico de chivos expiatorios internos como los “culpables oficiales universales de todo lo malo que aquí ocurre” tiene la virtud de encubrir malos resultados, malas prácticas, corrupción, nepotismos, y sobre todo, la propia mediocridad y falta de “saber hacer” de quienes acosan a otros.

El mobbing permite funcionar como espita para canalizar la frustración de otros trabajadores aterrorizados y maltratados a su vez, descargándose así toda esa energía contra el trabajador acosado. En este caso la víctima de mobbing suele ser “linchada” de manera unánime por un Gang en el que participa todo el mundo de forma más explícita o implícita.

Resulta esencial para las personas que sufren esta situación entenderla y mantener la cabeza muy fría toda vez que el que acosa suele querer desestabilizar emocionalmente a su víctima para después presentar ese efecto emocional como el propio de una persona, alterada, inestable, difícil, conflictiva, loca, etc… que en definitiva, no merece seguir en ese puesto de trabajo.