Como resultado del acoso y el maltrato continuado, las víctimas tienden a internalizar sentimientos de culpa. Se preguntan si acaso son culpables ellos del acoso que sufren, si quizás hicieron algo mal, si hay algo inadecuado o defectuoso en ellos.

Liberarse de esta culpa puede ser difícil. En ocasiones puede requerir de ayuda psicológica especializada. Las víctimas pueden saber racionalmente que son inocentes, pero muchas veces no pueden evitar sentir que quizas ellos hicieron algo malo o que de alguna extraña manera tuvieron la culpa de algo.

Muchas víctimas se preguntan si no habría sido mejor ceder ante las amenazas, coacciones, o extorsiones. Piensan que quizás así el maltrato habría parado. Nuestra experiencia en el tratamiento de víctimas de acoso psicológico nos permite afirmar que ceder ante el maltrato no frena la situación, sino que más frecuéntemente genera una sensación de impunidad y autoconfianza en los acosadores que les lleva a seguir hostigando con mayor insistencia.

Reconózcase a usted mismo como víctima de una situación perversa e injusta. Puede generar tristeza reconocerse esta realidad, pero sólo desde una actitud consciente la persona será capaz de comenzar a defenderse con efectividad.

Para recuperarse del acoso psicológico es imprescindible aprovechar cualquier punto de apoyo externo con que se cuente. Las personas acosadas frecuentemente se encuentran solas e ignoradas por el entorno. Desafortunadamente los observadores de situaciones de maltrato suelen preferir retirarse de la situación para evitar el problema. Por eso cualquier apoyo que uno pueda recibir es importante.

Salir en soledad del acoso es difícil. Cuando todo el entorno se posiciona contra uno o los testigos miran a otro lado ante el acoso, es necesaria mucha seguridad por parte de la víctima para poder defenderse y hacer frente convincentemente.

En las situaciones de acoso se intenta desprestigiar y deteriorar la imagen pública de la víctima. Se intenta «satanizar» a la víctima para convertirla en un chívo expiatorio al que poder destruir con la conciencia tranquila. De este modo, al deteriorar su imagen, también se consigue el perverso efecto de paralizar a los testigos del acoso evitando que ayuden o defiendan a la víctima.

Para contrarestar los efectos del desprestigio es imprescindible romper el silencio. Si usted sufre acoso no le haga el favor a su acosador de callarse lo que le hace.

Desafortunadamente muchas de las víctimas de acoso psicológico u otras formas de maltrato se encuentran totalmente solas. No pueden contar con nadie que vaya a defenderlas.

Por esto deben ser la propias víctimas las que se conviertan en protagonistas de su propia salvación, protección y recuperación.

Busque ayuda en la gente que pueda orientarle a través de esta situación (buenos amigos, psicólogos especialistas en victimización, …) pero recuerde que usted deberá ser el protagonista del proceso. Porbablemente no haya nadie en el mundo entero que vaya a hacer por usted lo que necesita para ser rescatado.

Debe saber que para salir del acoso o el maltrato no hay un único camino pero todos los caminos pasan por la recuperación de la autoestima, la curación del daño psicológico y por aprender a cuidarse emocionalmente como nunca antes lo había hecho.

Cuando cualquier forma de maltrato se prolonga a lo largo de un tiempo suelen comenzar a surgir síntomas significativos de malestar psicológico. La violencia y el maltrato psicológico generan daños psicológicos que serán difíciles de apreciar por otras personas.

Si usted considera que el acoso o maltrato psicológico ha podido generarle daños, acuda a un psicólogo especialista en victimización, trauma complejo o en el tratamiento de estrés postraumático.

Hoy en día existen potentes técnicas de tratamiento, como el EMDR, que han acortado considerablemte los tiempos de tratamiento. Sólo con un par de sesiones de EMDR usted podría empezar a encontrarse mejor y a recuperar la tranquilidad perdida. El EMDR tiene efectos notables desde la primera sesión.

No todo el trabajo consiste en sanar las heridas pasadas. Para salir satisfactoriamente de cualquier proceso de maltrato es necesario aprender nuevas formas de cuidarse emocionalmente.

En este sentido, una desafortunada situación de maltrato puede despertar en usted la resiliencia para transformarse en una persona más feliz, más intuitiva, más integrada y más capaz.

El acoso psicológico es una experiencia dura que no debería haberle ocurrido, pero puede forzarle a crecer interiormente de una forma en que quizás nunca lo habría hecho. Por esto, si pasa por una situación de maltrato psicológico busque ayuda especializada en el tratamiento de los síntomas adversos y aproveche para ir más allá y realizar un aprendizaje personal a raíz de tan difícil experiencia.

Cuando una víctima de maltrato ya ha desarrollado algún tipo de daño psicológico sus acciones de defensa comienzan a perder efectividad. Para los maltratadores resulta altamente satisfactorio comprobar que ya han generado un daño psicológico en la víctima. Ver a la víctima asustada, irritable y fuera de control les confirma a los acosadores que sus acciones han tenido los resultados deseados.

Cuando una víctima se inestabiliza emocionalmente es muy dificil que sus intentos de defensa surtan efecto. Por esto el paso hacia una defensa efectiva requiere de comenzar a cuidarse y recuperarse psicológicamente.

Ponga su BIENESTAR EMOCIONAL en primer lugar entre las prioridades de su vida. Si no pone como máximo y primer objetivo su propio cuidado emocional le será dificil defenderse con eficacia.

Usted se sorprenderá al descubrir que una vez que esté resuelta su necesidad de auto-cuidado emocional comenzará a ser capaz de defenderse con mucha más facilidad. Si usted se ocupa de salvaguardar su bienestar emocional se encontrará tranquilo y sereno y podrá planificar en cada momento la estrategia más pertinente, desde su inteligencia. Si usted descuida su propio cuidado emocional es probable que termine reaccionando de forma irritable e inapropiada ante las situaciones de acoso, con lo que podría generar nuevas animadversiones y le estaría dando a su acosador muy buenos motivos para continuar con su campaña de persecución contra usted.

La justicia de los hombres es imperfecta. Generalmente es necesario que la víctima reúna evidencia del maltrato recibido en forma de testimonios de testigos, grabaciones de audio, grabaciones de video, partes de bajas médica, presentación de correos amenazantes, etc.

Aun en el caso de reunir dichas pruebas hay veces en que los jueces consideran que no hay indicios suficientes, o se ven distraídos por justificaciones o mentiras presentadas por la otra parte.

Los procesos judiciales no son fáciles. No siempre es necesario emprender acciones judiciales para salir satisfactoriamente del acoso psicológico. Incluso en los casos en que la Ley nos da la razón con una sentencia favorable, eso no asegura que vaya a quedar restituido nuestro honor en el lugar donde se produjo el acoso, no significa que vayan a pedir perdón los acosadores y no significa que vaya a desaparecer el daño psicológico.

Mida bien sus fuerzas antes de enfrentarse a través de un proceso judicial. Si está en situación de presentar una demanda asegurese de contar con la ayuda de abogados que estén especializados en casos de acoso psicológico.