Algunos manuales de autoayuda, siguiendo tales postulados, proponen aseveraciones del tipo: «No hay problemas; tan sólo hay oportunidades de aprendizaje y de crecimiento personal«. Una mala interpretación de este tipo de planteamientos puede llegar a hacer del mobbing un «no problema» al que, por lo tanto, no es necesario enfrentarse, sino tan sólo ver su lado positivo, sin más.
Es necesario insistir en que la salud psicológica no es ceguera, y menos aún negación de la realidad, y que consiste esencialmente en un sólido anclaje en la realidad, en lo real en cuanto real del filósofo español Zubiri, no en su negación o deformación mediante variados artificios.
No querer ver el mal, además de no hacer que éste desaparezca, suele contribuir a su extensión. Ello es especialmente cierto en los casos de mobbing en los que habitualmente el acosador lo es en serie, y la víctima, que no es la primera (como se verá, existen abundantes cadáveres en el armario del acosador), tampoco será seguramente la última dentro del historial delictivo del acosador.
La negación de mi problema de mobbing franquea el paso y facilita el camino del acosador perverso hacia la agresión a otras futuras víctimas.
* Tomado del libro Mobbing: Cómo sobrevivir al acoso psicológico en el trabajo. Editorial SAL TERRAE (2001) – Iñaki Piñuel